Noté como te hundías, no sé si fue empatía o telepatía.
No pude tenderte mi mano. Ya me había ido.
Era imposible llegar.
Y yo seguí con mi pequeña vida, ajeno a tus heridas sin cicatrizar.
Me llamabas. En silencio me llamabas. Pero yo nunca fui muy bueno captando señales.
Ya no te acuerdas de mi.
(Dedicado a todas esas personas a las que fallé en alguna ocasión)
No hay comentarios:
Publicar un comentario