14 dic 2010

Dios no está mirando

Ahora podemos moldear las palabras.
Ahora podemos tener, al mismo tiempo, el valor y el miedo de hablar libremente.
Podemos dejarnos llevar, que el azar nos guíe.
Ser felices, estar tristes.
Posar nuestros pies en el suelo y dejarlos libres, sin rumbo, sin zapatos.
Atar nuestras ideas y miedos a una farola mientras nos tumbamos a mirar el cielo.
Atrevernos a atrevernos a ser atrevidos.
Romper cosas, arreglar lo roto.
Hacer lo que queramos.
Ahora podemos ser traviesos.


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