Jugando a vivir

Ataco ese plato repleto de comida como si me fuera la vida en ello.

Un parpadeo no supone nada. Un millón me regala la visión. Para verte mejor.

Muevo los dedos de los pies y me siento vivo.

Miro el sol, sólo un segundo.

Rozo con los dedos una mesa de cristal. 

Arrancar un chillido a un ser inerte te hace sentir dios por un segundo.

La lluvia me acuchilla la cara, las manos.

El frío me hace estremecer. Estiro los brazos.

Para qué quiero café si una canción me despierta?

Sentir las pequeñas cosas es como un juego.

Mi juego.

Estoy Mejor Contigo

Quiero romper todos los esquemas, te apuntas?

Almas juntas, cuerpos juntos, nuestros asuntos.

Robas mi sueño como néctar colombiano.

Tus manos, contacto adictivo...pero sano.Esto es grande.

Como el amor que nos rodea.

Merodeas a mi alrededor, tu aroma me noquea.

Quiero que seas mi abrigo y que el mundo sea testigo

de que toco el cielo cuando estoy contigo.

Es mi mano en tu rodilla, el descanso del guerrero.

Estamos a otro nivel de comprensión, nadie sabe pero todos hablan.

Amor. Me encanta esta palabra. Familiar.

Como tu mano en mi pecho, tumbaos en la cama.

...Y podría vivir mil aventuras en sábados noche.

Hacer siempre las cosas mal y escuchar reproches constantemente.

Ser un borracho y un perdido. Pero estoy mejor contigo.

Que levante la mano quien piense que tú y yo somos más de uno.

Nadie sabe de que va esto.

Podría sentirme el ombligo del mundo.

Pero estoy mejor contigo.

Invierno

Toca el aire. Puedes.

Es gris, como un cabello que ha visto demasiadas batallas.

Como la vida sin una meta definida.

Y cuando no sientas las yemas de los dedos, sabrás de lo que hablo.

Lucho contra ello, pero penetra en mí como una mirada acertada en el momento oportuno.

En el fondo me gusta.

Paseo sin saber lo que va a haber delante de mi, sólo me guío por sonidos.

La gran madre huele a vida y a muerte. Nos abriga sin mucho entusiasmo.

Aunque corras ya ha entrado en ti.

Ahí

Anoche viniste volando hasta mi ventana y golpeaste el cristal con los nudillos.

Desperté y te habías ido.

Me pierdo y te encuentro.

Estás ahí.

Ahí. Donde nadie llega.

Donde no quiero que llegue nadie.

Tus manos me traen la calma. Hipnosis dactilar.

Y si pones los ojos en blanco, entro en otra dimensión.

Y aúllo como un lobo en la noche. En la noche negra como boca de lobo que aúlla en la noche negra como...

Me reitero. Es parte de mi identidad.

Y te ríes y me río.

Me tocas.

Ahí. Donde nadie toca.

Donde no me dejo tocar por nadie.

Te tumbas y te tapas y me sonríes y me tumbo y me tapo y sonrío para mí mismo.

A veces me preguntas por mi seriedad. Aprendí a ser así.

Y me besas.

Ahí.

Camino a tu casa

Rompo muros de hielo delgados como papel de fumar.

Y un pequeño agujero deja que entre eso que tanto me va a molestar en mi camino.

No veo tu boca, pasas de largo.

Ya no me hago el valiente, me cubro lo mejor que puedo.

Ando sobre un colchón de anestesia. Y rumio mis ideas sin orden ni concierto.

Está sonando nuestra canción. Todo lo que tengo es tuyo, eres parte de mí.

Las luces parecen más intensas. Todo está tan frío que me quema.

Y el humo parece más denso, me ahoga.

Quiero escapar. Sólo camino. Camino solo.

A veces huele a leña, a veces huele a ti. A veces.

Decelero mi marcha. Besos en la penumbra.

Hola.

Un pozo

Un pozo de miel. Luchando por respirar. Luchando por vivir, aunque a veces tenga que forzar la sonrisa en las fotos.

Un pozo de brea. Negro, viscoso, difícil de remontar.

Vivo en un pozo y a veces salgo a respirar. A veces pienso en blanco, otras veces en verde. Después abro los ojos y me arrodillo sin rezar.

Un pozo de aceite. Pringoso, casi transparente. Casi.

En mi pozo no puedo abrir los ojos, No quiero abrirlos.

Salgo y estáis esperándome. Sonrío. Hago acto de presencia, os doy lo que soy.

Vuelvo a mi pozo. Me doy lo que soy.Me doy a la fuga.

Intento sonreír. Mis labios se agrietan como un pergamino antiguo.

A veces es un pozo, a veces es mi vida.

A veces mi vida es un pozo.

Grito

El dolor de las comisuras de mis labios es indescriptible.

Me despierta de mi letargo.

He vuelto a la vida, lloro de alegría.

Tanto tiempo reprimiéndome, tanto tiempo llorando en ese rincón.

He vuelto a la vida.

Es esa mi voz? No la reconozco. Será porque nunca la dejo salir en todo su esplendor.

Libre.

He vuelto a la vida, lloro de dolor.

El eco me abofeteó, me dijo: "es hora de que despiertes".

Tomo aire en silencio.

Grito.

Hola a todos

...Pues aquí estamos otra vez. Después de "Patchouli y Pollo Frito", vuelvo con ganas de daros otra vez algo de poesía propia, esta vez en solitario, sin fechas fijas de publicación y con ganas de hacer que lo paséis bien y penséis un ratito en las pequeñas cosas de la vida.
Señoras y señores, niños y niñas, esto es "Dios No Está Mirando".